El Aye-Aye

julio 1, 2008

      Aye-Aye

El aye-aye (Daubentonia madagascarensis, antes Chiromys madagascarensis) es un primate nativo de Madagascar, del grupo de los lémures. Su estrafalaria apariencia hace que se le considere el principal responsable del origen de la palabra lémur, que quiere decir en latín «Espíritu nocturno». El aye-aye es el único representante vivo de su género, familia (Daubentonidae) e infraorden (Chiromyiformes), lo que deja bien a las claras su extrema rareza. Sólo se conoce otra especie próxima al aye-aye, el aye-aye gigante (Daubentonia robusta), que se extinguió hacia 1920.

Los aye-ayes son animales arborícolas de hábitos nocturnos. Se alimentan de larvas de insectos que encuentran bajo la corteza de los árboles, localizándolas mediante golpes rítmicos sobre la corteza. Este método es típico de los pájaros carpinteros, pero único entre los mamíferos. Para conseguirlo, usa su largo y huesudo tercer dedo, y distingue cualquier pequeña perturbación en el ruido que produce el golpeteo (indicio de una galería de madera carcomida bajo la corteza) gracias a sus grandes y bien desarrollados oídos (su sentido principal), semejantes a los de un murciélago. Sólo se conoce otro caso de adaptación tan fuerte de los dedos en ese sentido en toda la historia de la evolución, el del pequeño dinosaurio arborícola Epidendrosaurus.

El pelaje es largo en todo el cuerpo, especialmente en la cola, razón por la que el aye-aye fue clasificado inicialmente como una extraña ardilla cuando se descubrió. El color del pelaje es totalmente negro salvo en la cara, donde se aclara hasta ser blanquecino. Ocasionalmente se dan individuos pardos. Los adultos alcanzan el tamaño aproximado de un gato doméstico, con 40 centímetros de la cabeza a la cola y otros 55 de longitud total de ésta. Además de sus amplias orejas, en su cabeza destacan también sus ojos, grandes y amarillos, típicos del animal nocturno que es. El olfato también es bastante fino.

 

                Topo de Nariz Estrellada

 

Se trata de un animal cuyo hábitat son las tierras bajas húmedas, que se alimenta de pequeños invertebrados, insectos acuáticos, gusanos y moluscos. Es un buen nadador, y puede dispersarse por los cursos de agua aun en contra de la corriente. Como otros topos, puede excavar túneles subterráneos; es común que una de las entradas de éstos sea subacuática. Su patrón de actividad es diurno, con un letargo invernal, época en la que puede perforar la nieve y cursos de agua semicongelados para escapar de las inclemencias del tiempo. No se conoce demasiado sobre la etología de la especie, pero se sospecha que se trata de un animal colonial.

En cuanto a la morfología, los adultos miden de 15 a 20 cm de longitud, pesan 55 g, y poseen 44 dientes. El carácter distintivo del grupo es la presencia de 22 tentáculos rosados, móviles y flexibles al final del hocico. Dichas prolongaciones poseen una gran sensibilidad táctil: tanto en la oscuridad como fuera de ella son esenciales en la captura de gusanos, insectos y crustáceos. Recreación de los topos de nariz estrellada en su hábitat. El periodo de reproducción es invernal, alcanzando a veces la primavera temprana: la hembra pare una camada de 4 o 5 crías al final de la primavera o inicio del verano. Sus depredadores son las rapaces nocturnas, como Bubo virginianus, y diurnas, como Buteo jamaicensis, además de mofetas y mustélidos.

Los tentáculos nasales, de naturaleza sensitiva, están erizados de receptores conocidos como órganos de Eimer. En 1871, fueron descritos por primera vez por el zoólogo alemán Theodor Eimer basándose en el topo europeo. La posesión de dicha estructura sensitiva es común en los topos, aunque el de nariz estrellada es el que los posee en mayor número. Debido a que C. cristata es ciego, se sospecha que emplea la nariz para detectar la actividad eléctrica de los animales de presa, si bien no existe una evidencia empírica consistente para dicha aseveración. Parece que la dentición y la modificación nasal de la especie es una adaptación para capturar a presas extraordinariamente pequeñas. Un artículo en Nature, una revista científica de prestigio, indica que este animal es uno de los que más velozmente ingieren a sus presas, con un retardo de tan sólo 120 milisegundos entre cada presa viva deglutida. Su encéfalo decide en tan sólo 8 milisegundos si la presa es comestible o no lo es: dicho tiempo roza la velocidad máxima de transmisión neuronal del impulso nervioso. La roseta de tentáculos nasales es, por tanto, un órgano sensorial que suple los otros sentidos en el hábitat subterráneo y acuático del animal: a modo de los dedos de la mano, su precisión y sensibilidad son máximas.

 

 

 

 

 

El Pulpo Dumbo

julio 1, 2008

                                         Pulpo Dumbo

 

El pulpo dumbo (Grimpoteuthis octopus) es un curioso animalito que recibe su nombre común por las protuberancias en la parte superior de su «cabeza» (que, de hecho, es su cuerpo) con forma de orejas que recuerdan las del elefante volador de Walt Disney. Mide tan sólo 20 centímetros y vive en las profundidades marinas, entre los 3000 y los 5000 metros de profundidad, donde se desliza muy despacio sobre el fondo marino, a donde desciende para alimentarse.

 

 

 

 

 

 

El Pez Borrón

julio 1, 2008

                                 Pez Borrón

El pez borrón (Psychrolutes marcidus) se encuentra exclusivamente en las profundidades entre las costas de Australia y Tasmania. A esas profundidades, la presión es varias decenas de veces superior a la del nivel de la superficie, por lo que para poder flotar, la carne de este pez es mayormente una masa gelatinosa con una densidad ligeramente menor a la del agua, lo que le permite flotar sobre el fondo sin gastar energía nadando. Esta falta de músculo no supone un impedimento para alimentarse, ya que principalmente ingiere cualquier materia comestible que flote en su camino. Debido a la inaccesibilidad de su hábitat ha sido raramente fotografiado en libertad.

 

 

 

 

El Axolote

julio 1, 2008

                   Axolote

La subespecie que puede encontrarse en las costas canarias y peninsulares ibéricas es la Balaenoptera musculus musculus. Es fácil confundirla con otra ballena, el rorcual común, de dimensiones y morfología parecida, pero de un color de piel gris oscuro o negro.

El axolote (Ambystoma mexicanum) es un anfibio con cola originario del lago Texcoco, actualmente bajo México D.F. Antiguamente se le confundió como ejemplares larvas de la salamandra tigre que no habían experimentado la metamorfosis; sin embargo, hoy se les reconoce como especies distintas. A primera vista parece un renacuajo gigante, con una gran cabeza de ojos sin párpados y boca de gran capacidad, dientes diminutos y lengua retráctil. En los ejemplares albinos y albinos parciales se pueden observar los huesos transparentándose a través de la fina piel. Tienen 4 dedos en las patas delanteras y 5 en las traseras. Curiosamente, el ajolote ha desarrollado la capacidad de madurar sexualmente y reproducirse conservando el estado larvario. Son muy utilizados para la experimentación científica debido a su habilidad para regenerar ciertas partes de su cuerpo. También se venden como mascotas. En su etapa adulta puede medir entre 25 y 30 centímetros. Respecto a su longevidad, los axolotes pueden llegar a vivir 25 años aproximadamente, en condiciones normales. A diferencia de lo que les ocurre a las salamandras y otros anfibios metamorfoseados, los axolotes no presentan muda de piel.

 

La Ballena Azul

julio 1, 2008

                   Ballena Azul

La ballena azul (Balaenoptera musculus) es un mamífero marino perteneciente al suborden de las ballenas de barbas, llamado Mysticeti. Alcanzando un tamaño de 33 m (110 pies), y un peso de 190 t, se cree que es el mayor animal sobre el planeta Tierra. Los ejemplares de gran tamaño, observados en los años 1930, no han sobrevivido a la caza del hombre. En la actualidad los ejemplares supervivientes alcanzan tamaños más reducidos, de unos 25 m.

El cuerpo de la Ballena azul es largo y delgado, puede tener un dorso de color azul o gris-azulado (o incluso más claro) y un vientre amarillo o grisáceo. Existen tres subespecies confirmadas de Balaenoptera musculus, además de una no confirmada. Al igual que otras ballenas de barbas, se alimenta de pequeños crustáceos conocidos como krill, pequeños peces y, en ocasiones, también de pequeños calamares.

Actualmente, (diciembre de 2005), una de las áreas con mayor población de ballenas azules es la zona en torno a las Islas del Atlántico Sur.

 La subespecie que puede encontrarse en las costas canarias y peninsulares ibéricas es la Balaenoptera musculus musculus. Es fácil confundirla con otra ballena, el rorcual común, de dimensiones y morfología parecida, pero de un color de piel gris oscuro o negro.

 

La Avispa Marina

julio 1, 2008

                                        Avispa Marina

 

La Avispa Marina es el animal con el veneno más letal del mundo. Su veneno es tan potente que con solo 1,4 mg puede matar a un humano. Podemos encontrarla en el Mar Australiano, África, Golfo de México (cerca de Tejas), sudeste de Asia y de áreas adyacentes al oeste del océano índico y el este del Pacífico. La Avispa Marina es muy parecida a la medusa, tiene una forma similar a la de una campana, cuadradas y puede llegar a ser tan grande como un balón de baloncesto. Su color es azul pálido completamente transparente, son casi invisibles en las aguas del mar. De las puntas salen 4 grupos de tentáculos, que pueden tener hasta 15 tentáculos cada una, de 3 metros de largo. Poseen 4 receptores fotosensibles, los usa para orientarse, evadir objetos e identificar la presa. Su sistema nervioso y sensorial está bien desarrollado y sofisticado, no posee ningún sistema circulatorio, respiratorio o excretor, ya que la mayoría de sus células vivas están en contacto directo con el agua. Puede llegar a nadar muy rápido, alcanzando una velocidad de 2m/seg.  El veneno de la avispa marina es la neurotoxina cuya dosis letal de 50% de los casos es de aproximadamente 20 microgramos por kg de masa del sujeto, es decir que con simplemente 1.4 miligramos de veneno puede matar a un hombre adulto. El veneno actúa rápidamente sobre el sistema nervioso. Los ataques a humanos son accidentales y aunque normalmente emprende la huida puede perder el control de sus aguijones y sus células, ya que se estimulan por la presión física.